Hoy ha sido un día triste para mí. Steve Jobs era un tipo al que admiro, y entre más conozco de él, más le admiro, pero nos ha dejado. Tenía sus sombras, era humano joder, pero sus luces brillaban más que las de la mayoría. Hizo posibles dispositivos que han roto moldes, no por ser los primeros, si no por llevarlos al punto de perfeccionamiento que borraba la barrera entre la tecnología y el usuario. Creyó en PiXAR y luchó por hacer realidad Toy Story. Tenía la capacidad de rodearse y atraer a gente excepcional y hacerlos brillar.
Todo comenzó con un delgadísimo Steve Jobs, casi tan delgado como su hilo de voz. Así dió paso al SagardoEguna 2011, conocido en San Francisco como WWDC 2011.
El menú del día estaba dividido en tres platos:
un entrante clásico con unos toques para actualizarlo,
el plato fuerte en el que se está volcando la casa
La burbuja del hype estalló. Era previsible, tras un mes en el que se iba caldeando el ambiente y las especificaciones del tablet de apple iban y venían entre post y tweet. Y tras el hype, la decepción, pero decepción para un sector de los geek que ven cómo el ipad no es el gadget que veían en sus húmedos sueños, sino la realización de una compañía que ve la tecnología de una forma diferente, ni mejor ni peor, diferente.
Isn't it beautiful?
Es diferente porque el concepto de lo que supone el iPad puede estar más allá del tablet que llevará el geek de turno. Es una nueva forma de entender los ordenadores, y una nueva metáfora de manejo de los mismos, sin multitarea «real» (la música de itunes sonará de fondo sí o sí), mucho más sencillo para los mortales que no nacieron con un ordenador debajo de un brazo. Veo cómo mi padre utiliza el ordenador, y sólo presta atención a una aplicación en cada momento, pone la música de fondo y utiliza el navegador. Nada más. Y el iPad es lo que ofrece, y además con el lanzamiento de la suite de iWork, ofrecen herramientas ofimáticas simples de utilizar. Es un ordenador para los que no quieren un ordenador (aún quedan de esos), y para el resto es un nuevo juguete.
iPad es la simplificación de todos los conceptos que ha sumado la informática en los últimos años, puede que excesiva (sobre todo por el caracter cerrado del sistema) pero que no aleja mucho de lo que Google busca con su ChromeOS. De hecho, el hardware del iPad es justo el hardware que preveía para el ChromeOS, es decir, un sistema operativo para marcos digitales (Digital Frame OS…toma ya!), y no tardaremos en ver aparatos similares mucho más baratos corriendo ChromeOS.
Personalmente, el hardware del ipad me gusta y tiene un precio muy ajustado. Tiene un fallo muy grande, que es la ausencia de cámara frontal para videoconferencia. Seguramente no sabían si ponerla en el lateral largo, en el corto o en una esquina y Jonathan Ive decidió quitarla porque rompía las líneas del aparato. La ausencia de flash…, pues como decía Enjunto, el flash se puede ir a zurrir mierdas con un látigo mientras sea un estándar cerrado. Y la multitarea…ya encontraremos como darle la vuelta.
El iPad es el netbook que buscaba, para dejarlo en el salón como marco de fotos mientras no lo uso y se carga, y cogerlo y ponerme a leer el periódico por la mañana, o navegar tirado en el sofa o en los momentos introspectivos en el baño. Como todos los productos de apple, siempre le falta algo y la nota sería un 8, pero el conjunto es superior a la competencia…cuando la haya 😉
PD: el slate de HP también es chulo, pero ya es el doble de grueso y el os no está optimizado (a no ser que w7 me sorprenda gratamente otra vez)
UPDATE: el ipad es el netbook que buscaba pero no el ebook que quiero: la pantalla no es la mejor para leer (PixelQi is the way to go), y este aparato de asus, el dr-950, es el ebook que quiero por ahora.
UPDATE: me compré el iPad cuando salió en Europa. Es lo que esperaba y más. Se merece un 9, y es uno de los mejores productos que Apple ha comercializado en los últimos años.
Ahora que Apple acaba de lanzar el que espero que sea mi próximo portátil, hay una característica del mismo que me resulta curiosa: la batería no reemplazable por el usuario, al menos no reemplazable de manera inmediata.
Digo curiosa porque hace un tiempo era algo que hacía que yo descartase un producto: si no puedo cambiarle la batería no lo quiero. Pero eso fue hasta que compré mi primer iPod. Antes de que falle la batería me habría comprado el siguiente chisme, y ya tiene más de tres años y sigue funcionando. La verdad es que a la velocidad a la que avanzan los chismes tecnológicos (no «gadgets», en todo caso sería «gacheto») es enorme y la obsolescencia casi tan rápida como su evolución. Pero siempre hay un chisme al que le tenemos cariño y queremos estirar su vida (y si fuera posible, hacerlo eterno) y en este caso la política de «carcasa cerrada» de Apple es una putada en toda regla: por dónde abres un iPod sin dejar marcas? y un iPhone? Pero en este macbook es diferente y si nos vamos a iFixit vemos que tampoco es para tanto: con cuatro tornillos (bueno, puede que alguno más) ya tenemos acceso a la batería, y exceptuando que puede que en un Apple Store no nos la vendan (pero para eso se inventó internet, no?) podemos cambiarla nosotros mismos, ganando en el camino mayor autonomía, una mejor batería y menos piezas móviles. Las ventajas las explican los de Apple en su página, que para eso del vender cualquier cosa tienen cierto know-how (savoir-faire que dirían los francófonos).
Siempre que un equipo tenga una autonomía decente (como dice @kaske, como un diesel) no necesitamos ir con baterías de repuesto, lo cual es «tan del pasado» que es por vuestro bien. Lo que pedimos es que se pueda reemplazar sin problemas.
PD: un día de estos debería reflexionar sobre la autonomía de los dispositivos…
Sí, ya sé que el iPhone en España está atado a Telefónica, pero siempre podemos conseguir un 3G libre, o, en su defecto, liberar un 2G.
Si habéis decidido no venderos al satán de las tarifas, por el cual siento un gran respeto tecnológico, y sois de vodafone, he aquí los ajustes a seguir:
Nos vamos a Ajustes->General->Red->Red de datos móviles
Una de las cosas que más me sorprendió en la keynote pasada es ver a Apple anunciando el MobileMe y metiéndose en un nuevo terreno (bueno, no tan nuevo si contamos con el .Mac ese, pero es que nunca lo probé ni tuve interés ya que las alternativas gratuitas eran mejores). Para dotar de valor a su producto, Apple ofrece algo que se le da muy bien: experiencia de uso. Las aplicaciones web presentadas parecen casi de escritorio, con drag’n’drop, transparencias, iconitos con número al arrastrar, y, aunque en principio google no ha de temer nada, la competencia de la gente de la «doble-O» debería fijarse en esto.
Pero vayamos a lo que me ha hecho escribir este post: 280slides.com. Otro servicio para crear presentaciones via web (y van…) pero que en este caso es un calco del Keynote de Apple, es decir una buena aplicación, simple y potente. Nos deja crear unas slides curradas, meter formas, transparencias, mover todo, y con una interfaz web increible (me ha recordado al potente lienzo de edición de YahooPipes). Además incluye un grandioso WTF: deja exportar la presentación a ese formato tan querido por todos: PowerPoint 2007 (.pptx).
Lo que más me ha gustado, es que tras SproutCore, hay otra alternativa más a crear interfaces potentes via web: Objective-J. Por ahora no sé mucho, más que hay un proceso para convertir de este lenguaje a javascript «de toda la vida». Seguiremos informando, y de mientras podéis ir enredando.
La cúspide de la keynote del lunes (me pareció muy sosa, mucho mejor la de la presentación del iPhone original) fue cuando Stevie dijo «3G», y litros de saliva (y otras sustancias) empaparon el suelo del auditorio del Moscone Center. Sé que muchos esperábais mi opinión respecto al iPhone de la manzanilla, y creo que tras el anuncio del lunes pasado, toca reflexionar y opinar.
El iPhone original era (ahora ya es tecnología del pleistoceno, es decir, de hace un año) un gadget muy atractivo, tanto esteticamente como conceptualmente. Me es muy difícil resistirme a los diseños de Jonathan Eve, y el iPhone es bello, algo grande, pero bello: líneas puras, ausencia de teclado, acabado sólido, un manzana en la parte de atrás… El concepto de hacer un teléfono que va más allá no es nuevo, y ha sido intentado por muchos antes (nokia y sus múltiples modelos), pero la forma de presentarlo, con una interfaz unificada (franken-symbian?), y esa pantalla de 3,5″ que no se ve comprometida por nada, su autonomía (gracias a EDGE, hehe) son sus principales bazas.
Ahora toca ponerlo a caldo:
lo primero es la infrautilización del bluetooth: sólo puedo utilizarlo para un manos libres? De que vamos? No puedo sincronizar agenda y contactos sin tener ese cable (19€ cada) en todos mis ordenadores? (no voy a llevarlo conmigo en el bosillo) No puedo enviar fotos o música a otros móviles cercanos?
otro aspecto, que se subsana con el firmware 2.0, es el de las aplicaciones de terceros. No hablo de juankear el chisme (eso es trampa;-) sino de ofrecer libertad al usuario. Y ahora hay que pasar por el AppStore…
No se monta como disco: 8GB y no puedo llevarme archivos? Bueno, la verdad es que si tengo que llevarme el cordón umbilical a todas partes mejor no lo uso para eso.
No tiene cámara frontal. Sin 3G no sirve de mucho, pero ahora… La verdad es que yo no lo uso, pero la gente parece que sí.
Aún así. me gusta y ha puesto en jaque al resto de fabricantes, obligando a ofrecer productos mejor acabados (los de nokia siempre me han parecido prototipos, aunque estoy muy contento con mi 6210). Me compraría uno si esos 199$ (o lo que quiera cobrar telefónica) si no me obligaran a atarme a un operador cuyas tarifas me parecen abusivas, y si google no tuviera nada en el horno (y además más abierto).
Ahora que Apple quiere atacar el mercado empresarial (tanto en ordenadores, como servidores y pdas) se acercan tiempos interesantes, con una competencia que se antoja feroz, y en un mercado en el que todos quieren imponer su OS, aunque no se den cuenta de que lo que importa en un dispositivo de comunicación es la interoperabilidad (estándares, ya sean oficiales o de facto).
Blogging for Nothing 