¿A qué jamás esperaríais ver este post en este blog? Pues fiel a mi tradición, os sorprendo de nuevo mostrándoos las dos canciones que más me han gustado de eurovisión, y que seguramente no ganen, ya que la calidad que atesoran no cuadra con el marco del certamen.
La primera es la canción de serbia, «Oro», una preciosa canción con un preciosa voz y totalmente entroncada en las raíces musicales del adriático. Quizás le sobre el toque recargado de eurovisión, pero la verdad es que los coros te ponen los pelos como escarpias.
La otra es la del francés Sebastien Tellier. Tras descubrirlo en el tour de AIR se ha convertido en el heredero del «eclectro avant-garde» francés, el cuál siempre tiene propuestas novedosas y frescas, y además, alguien tiene que ocupar el hueco de Jean Michel Jarre. Aún me he quedado con ganas de ver a la casa azul en eurovisión.
Como véis, os dejo elegir entre los dos extremos, pero siempre con elegancia.
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